Los opositores tendrán un año para prepararse y competir por 2.405 plazas en 2018. Se reservan 114 para discapacitados -81 físicos y 33 intelectuales.
Algunos seguirán su ritmo de estudio habitual
adquirido en los últimos meses y otros esperarán para empezar a que pasen las
Navidades, pero el que quiera aspirar a obtener alguna de las 2.405
plazas de la oferta pública de empleo (OPE) que acaba de
convocar la Xunta no debería relajarse mucho más tiempo. En el último
trimestre del 2018 o en el primero del 2019 se celebrarán
las pruebas para hacerse con los preciados puestos, que tienen un amplio rango
de niveles, aunque los responsables de la función pública autonómica consideran
que la
mayor afluencia se dará en las plazas de acceso libre (639), a las que puede
aspirar cualquier persona, y en concreto en las que tienen como
requisito niveles básicos de formación, como son las vinculadas al sector
forestal -prevención y extinción de incendios, emisoristas, vigilantes,
conductores...-, para el que se reservan 210 puestos.
Del total de plazas se reservan 114 para discapacitados -81 físicos
y 33 intelectuales- concentrándose estas últimas en las categorías de celador
y técnicos en cuidados de enfermería. En el caso de la Administración general,
que suma 789 puestos repartidos por distintos departamentos autonómicos, se
prevén 68 plazas para discapacitados, 18 de ellas exclusivas para casos
intelectuales, un aspecto que Núñez Feijoo se preocupó de subrayar en su
exposición